lunes, 30 de junio de 2008

Artículos de Ángel Martin en la Revista DT - Julio

Como siempre por cortesía del Foro Oficial de Ángel Martín. Mención especial para german que estuvo más rápido que nosotros ;).

El Gran Jefe

Muchas veces me había hecho la siguiente pregunta: "¿Existirá una persona infinitamente más gilipollas que cualquiera?". Siempre hay alguien más listo que tú, alguien más guapo, alguien más simpático... Así que algunas noches, sobre todo si había bebido algo más de la cuenta, ponía música tranquila, me sentaba a la luz de la luna y pensaba: "¿Existirá el gran jefe de los gilipollas?". Es decir: un gilipollas insuperable. Pues bien, la respuesta es sí. Yo he conocido a la gran jefa gilipollas y, si no fuera porque la revista no lo permite, os diría cómo se llama.

Mi abuelo tenía un amigo al que siempre le decía: "Si todos los científicos del universo se juntan para crear al tío más tonto del mundo, me juego lo que aquieras a que les sale más listo que tú". Pues el caso de esta persona es exactamente igual. Es imposible superar tanta estupidez. Muchos pensaréis que aprovecho este artículo para ajustar cuentas. Os diré algo: tenéis razón. Ésa es exactamente mi intención. No lo hubiera hecho si en alguna de las más de 100 llamadas que he hecho en busca de una explicación, esa persona hubiese cogido el teléfono. Pero, claro, uno de los requisitos para ser gran jefe gilipollas es "Si te pillan mintiendo... escóndete". La verdad es que gracias a este personaje he hecho un monyón de descubrimientos acerca de la cobardía y la estupidez y eso está bien, porque son conocimientos que puedo transmitiros y, a partir de ahora, detectar a un gilipollas será mucho más sencillo. No habrá que esperar meses para darse cuenta. A la media hora de estar con uno, diréis: "Menudo gilipollas tengo delante".

La primera regla para ser gilipollas es montar un negocio donde el teléfono móvil sea imprescindible, pero llevarlo siempre apagado. Si alguna vez os están enseñando un piso y al tipo le suena 50 veces el móvil, lo apaga sin ni siquiera preguntar quién es y os vuelve a mirar con una sonrisa nerviosa... ese tipo probablemente sea gilipollas. Esas llamdas serán de alguien pidiéndole una explicación sobre algo que ha hecho, pero como el gilipollas no la tiene... prefiere apagar el teléfono.

La segunda regla para ser gilipollas es: "Si no tienes argumentos... grita más que el otro". Podéis estar seguros de que si intentáis hablar con alguien y, de pronto, en lugar de escuchar os empieza a gritar, hay muchas probabilidades de que esa persona sea gilipollas. Otra regla para ser gilipollas es: "Si todo se está solucionando... crea nuevos problemas". La persona que he conocido es la primera en el mundo que tiene una inmobiliaria que se esfuerza en que nadie le alquile un piso. Es capaz de intentar alguilar uno sin luz y tan sucio como un vertedero y, una vez solucionado eso, pedirte más dinero y decirte que el precio del piso ha cambiado. Estoy seguro de que si no la llego a mandar a la mierda y acepto todas sus condiciones, habría dicho algo como: "Por cierto, ¿os he contado que mientras estéis aquí, mi abuela vivirá con vosotros?".

En fin... Estaba pensando en que gracias a esta revista sabéis cuáles son los mejores auriculares del mercado y cómo detextar a gente gilipollas. No está mal, ¿eh? Nadie da tanto por... ¿Cuánto cuesta esta revista? Acabo de darme cuenta de que escribo en una revista que no sé cuánto cuesta. A ver si yo también voy a ser gilipollas. Bueno... Si soy gilipollas siempre me queda el consuelo de que esa persona lo es más. Casi se me olvida. Mucha gente cumple los requisitos anteriores y no por eso son el gran jefe de los gilipollas. Así que muchos os estaréis preguntando: ¿Qué diferencia a la persona de la que habla Ángel del resto de gilipollas que conozco yo? ¿Por qué ella es la gran jefe?". Muy sencillo. La última regla para ser el gran jefe de los gilipollas es: "Que publiquen lo gilipollas que eres en una revista".

9 comentarios:

Andres Lopez Sanchis dijo...

De quien esta hablando?

Anónimo dijo...

Jajaja, madre mía es tremendo este Ángel cada día sorprende más con esa cabecita llena de ideas y de humor, una mina de oro tiene este hombre en su cabeza, una estupenda mina de oro!!

Enhorabuena Angelito :P Besos a todoooooos :*****************

Lu.

Elena Ramírez dijo...

Jajajaj, insuperable¡¡¡

Ángel, como me vuelves tan loca?

Dew¡¡¡

Anónimo dijo...

No sé si el original es así o lo habeis transcrito, pero hay faltas de ortografía que dañan a la vista de todo el que sepa leer y escribir

Anónimo dijo...

Genial ¿Tienes la intención de regalarle la revista a "la jefa de los gilipollas"? Espero que sí. Aunque ahora que lo pienso, cada uno tiene a "la jefa de los gilipollas" en su vida. Y probablemente haya un "capatáz" (lo pngo entre comillas porque no sé si se escribe así) de gilipollas, igual que lo hay para los hijos de puta. Por ejemplo el capataz de los hijos de puta deve ser el Papa, Bush o Hitler. Madre mia! me callo que me estoy pasando.

Bueno pues eso, que la gilipollas esa de la que hablas, le tiene que llegar el artículo.

Un besote desde Tarragona!

Anónimo dijo...

Yo creo que no hay que ser muy inteligente para llegar a la conclusión de que debe de hablar de algún jefe suyo...

Por cierto, al comentario de arriba, que digas que Bush y Hitler son hijos de puta, vale, pero no te metas con el Papa, que no hace tan mal como esos dos energumenos juntos y da fe a mucha gente y, si te me vas a tirar al cuello: soy atea con el alma vendida a la ciencia

vicky.gaspar dijo...

Tienes toda la razón. Me he pasado tres pueblos. Lo único que hace el papa es defender una creencias. Cosa que muchos no saben lo que es.

Anónimo dijo...

Vicky.gaspar, es de[b]b[/b]e ;)

Pues a mi este me parece el peor artículo hasta el momento... me gusta, pero no está al nivel de los demás ni por asomo.

Y otra cosa, que habla de un jefe suyo decis? jajaja, acaso no dice bien claro que es de una inmobiliaria a la que quería alquilar un piso?

Laura dijo...

¡¡viva Ángel Martín!!

Pues a mí el artículo me gusta. No se puede estar siempre de buen humor y de cachondeo y ahora ya sabemos cómo detectar a un gilipollas, jeje